Desde Santiago
Aunque todavía no se registran grandes desabastecimientos ni crisis en las cadenas de suministros en Chile, el paro de camioneros —que este lunes cumplirá una semana— ha sido el nuevo dolor de cabeza para el gobierno de Gabriel Boric quien, a pesar de varias reuniones, no se ha podido poner de acuerdo con las peticiones del gremio que podría resumirse en una rebaja de 15% de los combustibles por cuatro meses a la espera de una ley que genere un mecanismo de estabilización de los precios. La negativa del gobierno tiene frustrado a los dirigentes camioneros como Cristián Sandoval (Confederación de Transportistas Fuerza del Norte) o Freddy Martínez (Asociación de Dueños de Camiones del Biobío) que han hecho vocería en los medios, señalando su pesar porque el gobierno “no ofrecía nada”.
Todo esto mientras, como medida de presión decenas de vehículos se mantienen detenidos en las carreteras de distintos puntos del país como Arica, Valparaíso, Talca y Puerto Montt, a la espera que las negociaciones con el gobierno, a través del Ministerio de Transportes avance, cosa que se va enredando cada día más, generando inquietud en el gremio exportador de frutas (que esta semana no tendrían más alternativa que detener las cosechas) y a los feriantes que distribuyen alimentos de los campos o el mar a las llamadas “Ferias Libres” alrededor de todo el país algo que, señalan, van a obligar a subir los precios.
Según informaciones del gobierno se mantienen 46 puntos con camiones protestando en todo el país, con 16 detenidos por la Ley de Seguridad del Estado junto a desórdenes públicos.
Con el permiso de Carabineros
En plena hora de calor, donde la sensación térmica fácilmente supera los 35 grados de calor seco en la capital chilena, se han visto curiosas escenas como el viernes pasado cuando los manifestantes preparaban un asado, con alcohol incluido, en plena autopista en Quilicura, norte de Santiago mientras Carabineros desde prudente distancia se limitaba a observar, en una actitud que contrastaba con la ya clásica violencia con que operan frente a estudiantes y manifestantes. Y más delicado aún, restándole peso a las declaraciones de Boric quien había señalado un día antes: “Si camioneros quieren seguir haciendo daño, vamos a actuar con toda la firmeza de la ley»
Esto fue transmitido por televisión mientras se escuchaba una voz diciendo “la idea es que no salga (en TV) la parrilla” mientras el policía aseguraba a los conductores que le consultaban por su actitud: “No hemos recibido ninguna instrucción al respecto. Solo nos hemos abocado a resguardar este espacio en el que se encuentran en ambas pistas, para que se desarrolle de la mejor forma”. Aunque luego la institución aclararía que efectivamente ellos están “monitoreando el tema” y se le solicitarán explicaciones al uniformado por las declaraciones en televisión, sin saberse —hasta ahora— si se aplicó alguna medida por andar preparando asados mientras se le dificulta el desplazamiento a miles de autos o camiones que no se han adherido al paro.
Lo cierto es que ni la permisividad de la policía trasandina ni el descriterio de estos transportistas son una novedad para los chilenos: En 2020, en plena pandemia, se viralizó el registro de una fiesta en plena ruta, donde se veían transportistas acompañados de mujeres en ropa interior en un contexto de movilizaciones, durante el gobierno de Sebastián Piñera que se negó a invocar la ley de seguridad del Estado.
Asociados a la derecha y el mundo conservador, los camioneros son un auténtico poder fáctico en Chile, donde a pesar de su pasado ferroviario y las bondades del océano Pacífico, estos vehículos se transformaron durante la dictadura en la única alternativa viable para tener al país abastecido. Casi como un premio tras su oposición al gobierno de Allende, con dos grandes paros en 1972 y 1973 financiados en gran parte por la CIA.
«Paro sin fundamento»
Este domingo, tras un nuevo fracaso en las negociaciones, el subsecretario del interior Manuel Monsalve dijo que “no hay fundamento” para estas movilizaciones porque el gobierno “no va a rebajar el costo de los combustibles”, agregando a los medios apostados en La Moneda que este problema trasciende al gobierno.
“Esto tiene que ver con que Chile no está en condiciones de ocupar sus recursos públicos exclusivamente en resolver un problema que es de privados. El problema que tienen de tarifas lo tienen que resolver con quienes les fijan las tarifas, y quienes les fijan las tarifas son las empresas que generan la carga (….) Chile, porque en realidad son recursos de todos, no tiene por qué hacerse cargo con recursos que se requieren en salud, educación, sectores vulnerables y adultos mayores, de los problemas de fijación de tarifas que tienen entre privados».
En una línea dura, que genera más dudas que certezas sobre el destino del paro, Monsalve insistió en que el gobierno no va a resolver un tema privado con recursos públicos”.
Luz al final de la carretera
¿Alguna salida? Según Monsalve se estudia la posibilidad que el gremio del comercio pueda ponerse de acuerdo para modificar las tarifas que deben pagar los transportistas.
«Es importante que los camioneros lo entiendan que hemos propuesto mediar y por lo tanto, dos ministros de Estado, el ministro de Economía y de Transportes, constituirán una mesa donde esté Juan Sutil (presidente de la Cámara Chilena de la Producción y el Comercio, CPC) y los representantes de los camioneros, para que en aquellos casos donde no haya contrato con polinomios que reflejen el alza de los combustibles en las tarifas, eso se resuelva”.
Aunque fue firme para señalar a los manifestantes que «No ocupen a Chile para resolver sus conflictos internos”. Agregando que “Aquí no tenemos a todos los camioneros sentados en una misma mesa, tienen diferencias entre ellos y el país no puede pagar esa diferencia. Lo que ha propuesto el Gobierno hoy es un acuerdo con la Confederación Nacional de Dueños de Camiones, Chile Transporte y la Federación del Transporte de Pasajeros. Queda la Confederación del Transporte de Carga, con quien hemos conversado hasta altas horas de la noche. Ellos están en un consultivo, construimos una propuesta en conjunto. se la llevaron y están consultando a sus bases (…) esa propuesta que construimos en conjunto hasta altas horas de la noche, nos parece que es justa».