Una huelga de trabajadores, convocada por los sindicatos del sector servicios Ver.di y del ferrocarril EVG para reclamar una «reivindicación salarial», paralizó este lunes el transporte de pasajeros de buena parte de Alemania.
La medida afectó el servicio de los trenes de larga y media distancia, de los colectivos urbanos y la actividad de los principales aeropuertos y puertos. Miles y miles de personas se vieron perjudicadas por el paro, por lo que el Gobierno alemán pidió a los empresarios «alcanzar buenas soluciones» para superar el conflicto.
Frank Werneke, lider del sindicato convocante explicó que la huelga es en reclamo de la reivindicación salarial del 10,5 de incremento salarial o un mínimo de una subida de 500 euros mensuales para los 2,5 millones de trabajadores del sector; así como pagos únicos libres de impuestos por 2.500 euros y un aumento de la paga anual extraordinaria. De momento, los empresarios solo ofrecen un aumento del 5 por ciento -un 3 por ciento para este año y un 2 por ciento para el siguiente-.
Desde la medianoche, y durante 24 horas, los ferrocarriles regionales y de cercanías se sumaron a la huelga en varios estados federados, lo mismo que los trabajadores de los puertos y esclusas del transporte marítimo y los del transporte urbano en siete de los 16 «Länder» del país.
En total, unos 350.000 trabajadores de diversos sectores de todo el país -120.000 afiliados a Ver.di y 230.000 empleados del ferrocarril y de los autobuses de larga distancia- participan de la huelga.
Tal es así que, las estaciones de ferrocarriles y los principales aeropuertos, entre ellos los de Fráncfort y Múnich, aparecieron desiertos este lunes. En el de Berlín, por el contrario, no se interrumpieron las actividades.
Solo en el aeropuerto de Fráncfort, el principal nudo de comunicaciones aéreas del país, se vieron afectadas 1.170 conexiones y 160.000 viajeros. En el de Múnich, donde el paro comenzó el domingo, se cancelaron 1.500 vuelos, con unos 200.000 viajeros afectados.
En este contexto, la ministra del Interior, Nancy Faeser, apeló a la responsabilidad de los agentes sociales para alcanzar «buenas soluciones» para los empleados del sector público a escala federal y municipal.
Para la ronda de negociaciones están previstas tres jornadas, tras las cuales, de no haber acercamiento, podrían convocarse nuevas huelgas o delegar la cuestión en una comisión de arbitraje.