Las autoridades chilenas anunciaron este lunes que se reabrirá la entrada principal de Baquedano, la estación central de la red de subtes de Santiago, que permanece cerrada desde el inicio de las protestas del estallido social de 2019. La remodelación, parte del Plan de Recuperación de Espacios Públicos impulsado por el gobierno del presidente Gabriel Boric, busca recuperar el espacio sin perder su carga simbólica, instalando un memorial para las víctimas de la represión.
«Baquedano es la estación más importante del metro de Santiago. Acceso y salida de la plaza hundida es vital para conectar a millones de santiaguinos y estamos contentos porque hoy iniciamos su recuperación, tanto física como simbólica», afirmó en su cuenta de Twitter el gobernador de la Región Metropolitana, Claudio Orrego, quien adjuntó imágenes del inicio de los trabajos y agregó: «Seguridad, movilidad y memoria. ¡Vamos que se puede!»
La delegada presidencial regional, Constanza Martínez, señaló sobre las obras que «esta iniciativa es vital, pues solo en esta estación, sin contar todos sus alrededores, pasan 21 mil personas todos los días». Martínez resaltó ante la prensa la importancia de recordar el lugar como un sitio histórico: «Hemos celebrado triunfos deportivos como la Copa América, hemos tenido las marchas más grandes de la historia de nuestro país, y también ha habido compatriotas que han perdido la vida, por lo que este espacio pretende reconocer eso, y ser un espacio de memoria y encuentro».
Las obras de recuperación estarán a cargo de la Delegación Presidencial Regional, la subsecretaría de Derechos Humanos, el metro de Santiago, la municipalidad de Providencia y la gobernación de la Región Metropolitana, en un plan conjunto denominado Plan de Recuperación de Espacios Públicos.
Un lugar histórico para los chilenos
Durante el estallido social, las protestas se concentraron en los alrededores de la estación Baquedano. Allí se produjeron diversos hechos de violaciones a los derechos humanos producto de la represión policial. «En este espacio fallecieron tres personas, un poco mas allá Gustavo Gatica quedó ciego. Haremos un espacio participativo y de memoria para todo Chile. Todo esto es producto de un trabajo contínuo que permita tener un espacio que Chile se merece», planteó Xavier Altamirano, subsecretario de Derechos Humanos.
Altamirano subrayó que habrá un «registro audiovisual para mantener la memoria, retiro de objetos de alto simbolismo para las víctimas», algo que «será ejemplo de cómo trabajar en forma participativa y mucho más potente que una placa, Chile se merece un espacio de encuentro entre los actores».
En tanto Evelyn Matthei, alcaldesa de Providencia, valoró el acuerdo logrado entre las partes con el fin de recuperar las áreas públicas vandalizadas. Sin embargo, pidió que en el memorial se muestre todo lo sucedido durante el estallido. «Hay visiones distintas de lo que ocurrió esos días de octubre y posteriormente. Algunos ponen énfasis en unos problemas y otros, en otros. Pero nunca podemos olvidar que hubo 4.900 personas heridas, de los cuales 2.500 fueron carabineros«, sostuvo Matthei. La alcaldesa remarcó que «no podemos ser indiferentes ante una persona que sufre violencia, que pierde los ojos o le arrojan una molotov. Todo eso debe ser inaceptable».
Durante meses los manifestantes ocuparon la entrada de la estación, también denominada «plaza hundida», una especie de memorial improvisado con murales y objetos que recuerdan a las víctimas. La plaza Baquedano, que homenajea al general Manuel Baquedano, fue rebautizada por los manifestantes como Plaza Italia y Plaza de la Dignidad. La idea del gobierno de Gabriel Boric es reabrir la entrada de Baquedano y a la vez construir un memorial oficial del estallido social, cuyas características aún no fueron definidas.
En las protestas de 2019 en Chile, el presidente Sebastián Piñera ordenó una represión a cargo de Carabineros –la policía militarizada del país–, la Policía de Investigaciones y las tres ramas de las Fuerzas Armadas, que produjeron una serie de violaciones a los derechos humanos. Estas vulneraciones fueron confirmadas por distintos organismos internacionales que enviaron observadores al país, como Naciones Unidas, Human Rights Watch, Amnistía Internacional y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Este sector es uno de los más concurridos de la capital chilena, sede de hitos que marcaron al país: el triunfo del «No» a la continuidad del dictador Augusto Pinochet en el plebiscito de 1988, el tercer puesto de Chile en el Mundial de 1962 y las marchas estudiantiles de 2006 y 2011. En el imaginario chileno capitalino, la glorieta de la zona es además la frontera invisible entre los barrios ricos y pobres de Santiago: es habitual que los santiaguinos ubiquen lugares en función de si estos están «arriba o abajo de Plaza Italia».