La Fiscalía General de Colombia presentó una acusación formal contra Nicolás Petro, hijo del presidente Gustavo Petro, ante los tribunales de Barranquilla, por los presuntos delitos de enriquecimiento ilícito y lavado de activos, por lo que el legislador regional será sometido a juicio.
Ese organismo detalló en un comunicado que «radicó escrito de acusación ante los Juzgados Penales del Circuito Especializados de Barranquilla en contra del señor Petro Burgos por los delitos imputados» y que un togado designará al juez que llevará a cabo el juicio. «Es ante este juez que la Fiscalía General de la Nación presentará todas las pruebas que posee en el respectivo juzgamiento. La Fiscalía informará oportunamente sobre otras medidas jurídicas que se pretendan adoptar», agregó el escrito.
“Hoy inicia la lucha de mi vida; sabía que la Fiscalía de (Francisco) Barbosa no era de fiar y hoy lo demostraron. Me han presionado hasta el límite con la única intención de convertirme en un arma contra mi padre», expresó el asambleísta a través de su cuenta de la red social X, antes conocida como Twitter. «Decidí levantarme y no arrodillarme ante el verdugo”, aseguró.
La causa
Petro, de 37 años, supuestamente habría recibido millones de pesos por parte de Samuel Santander Lopesierra, alias el Hombre Marlboro –que fue extraditado y condenado por narcotráfico, en los 90, en Estados Unidos– y por un emisario del empresario Alfonso del Cristo Hilsaca, alias el Turco, quien actualmente enfrenta varios procesos judiciales. Una parte del dinero lo habría usado para gastos de la campaña de su padre en el norte del país, sin informar de sus actos.
La Fiscalía aseguró que el caso contra él apenas comienza, y adelantó que «informará oportunamente sobre otras medidas jurídicas que se pretendan adoptar», según informó la agencia de noticias Ansa. El fiscal general del país, Francisco Barbosa, está duramente enfrentado con el gobierno de Petro, sobre todo por el proceso de la llamada “paz total” que el Ejecutivo puso en marcha y que implica negociaciones con organizaciones ilegales.
El hijo del presidente colombiano fue arrestado a finales de julio, junto con su ex esposa Daysuris Vásquez, por decisión del ente investigador. A los pocos dias fue liberado tras ofrecerse para colaborar con la investigación, pero la reciente imputación demuestra que no se alcanzó un acuerdo. La Fiscalía descartó la propuesta por considerar que no cumplió nada de lo prometido sobre el caso, a diferencia de Vásquez, que sí ofreció datos clave para el curso de la investigación.
Su ex esposa declaró que Nicolás Petro recibió en su propia casa en Barranquilla a emisarios de Lopesierra e Hilsaca, y que el dinero que le entregaron, en efectivo, fue utilizado para la compra de un departamento en un exclusivo sector en la capital del Atlántico, artículos de lujo –entre ellos zapatos y relojes– y el pago de deudas.
«No presionaré como presidente»
Nicolás, quien espera un hijo con otra mujer, sostuvo en una entrevista a principios de agosto con un medio local que «lo más doloroso» fue que personas como su padre le han dado «totalmente la espalda». «Está mi papá,
familiares, amigos, personas que hasta hoy me di cuenta de que me quisieron
utilizar. En el momento en que pasó esto y vieron que ya no les era útil, empezaron
a darme la espalda», indicó Nicolás.
El presidente de Colombia por su parte negó en todo momento estar al tanto de las operaciones de su hijo, al tiempo que rechazó que su campaña electoral haya sido financiada por el narcotráfico. «La campaña no recibió dinero alguno de carácter ilícito y de lo sucedido me enteré por una reunión que tuve con la ex esposa de Nicolás en mi oficina hace apenas unos meses cuando pedí que investigaran a mi hijo», manifestó Gustavo Petro en X.
«Lo sucedido con mi hijo es para mí terrible y muy lamentable.
Ojalá algún día pueda hablar con él y perdonarnos.
Como lo dije antes, no presionaré como presidente a la justicia en su caso, los funcionarios judiciales que intervengan en su proceso serán respetados por mi«, aclaró.
Esta actitud del mandatario fue bien recibida entre los suyos. Un ejemplo destacado fue el ex presidente del Congreso, Roy Barreras, quien elogió que Petro «sobrepuso su majestad presidencial a su dolor como padre» cuando su hijo fue arrestado. «La responsabilidad penal es individual, pero la solidaridad familiar con el presidente es de todos los que le queremos. Ningún presidente fue sometido a esa presión en el ejercicio del cargo», expresó. Y remarcó: «Nicolás Petro es el primer hijo de un presidente que va a la cárcel, no porque los hijos de otros presidentes no hayan delinquido, sino porque ningún otro presidente permitió que la justicia actúe con independencia y sin presiones como lo hace Gustavo Petro».