La justicia norteamericana reclamó a México la extradición del hijo del capo del narcotráfico Chapo Guzmán –ya detenido en aquel país–, quién cayó en manos de la policía mexicana el pasado 5 de enero en un operativo que dejó 10 militares y 19 presuntos delincuentes muertos. Washington reclama a Ovidio Guzmán y a su hermano Joaquín, acusados de conspiración para exportar cocaína, metanfetaminas y marihuana. Por cada uno ofrecen cinco millones de dólares de recompensa.
Tras la captura, Ovidio Guzmán –alias “El Ratón”– fue trasladado al Centro Federal de Readaptación Social Nro. 1 del Altiplano –«penal de Almoloya»– en el Estado de México, desde donde se fugó su padre en 2015.
Luego de la audiencia de este viernes, el juez federal Gregorio Salazar ordenó prisión preventiva para Guzmán y fijó un plazo de 60 días para que EE.UU presente los documentos necesarios para su extradición. Sin embargo, horas antes, un juez de Ciudad de México concedió un amparo para frenar su extradición inmediata, y otro para evitar su incomunicación, permitiéndole contactarse con familiares y abogados.
El canciller mexicano, Marcelo Ebrard, ya había descartado el jueves una extradición exprés de Guzmán a EE.UU, aclarando que esa solicitud seguirá el curso regular. Este viernes, el funcionario recordó que la ley de extradición mexicana «marca una serie de plazos para que se presenten los elementos» y «evidencias de prueba en contra» del acusado.
Durante su conferencia matutina de ayer, el presidente Andrés Manuel López Obrador y el canciller Marcelo Ebrard, confirmaron que EE.UU. solicitó la extradición de Ovidio Guzmán en 2019, pero estimaron que tomaría entre cuatro y seis semanas presentar las pruebas para hacer efectiva esta solicitud.
En la audiencia de Guzmán este viernes en El Altiplano, un juez estableció que EE.UU. tiene hasta el 5 de marzo para formalizar su pedido de extradición. El gobierno mexicano acusa a Guzmán por delitos contra la salud en su carácter de narcotraficante
Alegan depresión y ansiedad
En la prensa mexicana trascendió que la defensa de Ovidio Guzmán alegó que su defendido padece depresión y ansiedad, y se está recuperando de una cirugía. Los abogados solicitaron que se le suministren medicamentos para tratar enfermedades. Sin embargo, el juez afirmó que se realizarán los estudios necesarios para determinar si se los otorgarán.
Este sábado se conocieron detalles sobre cómo quedó la casa en Sinaola donde detuvieron a Guzmán: rastros de sangre, cientos de casquillos y una decena de vehículos blindados con impactos de bala, resultado de un combate de diez horas. También encontraron vehículos con la calcomanía de un ratón, aludiendo al apodo del capo narco.
Los bloqueos de carreteras con vehículos incendiados que hubo en hecho, junto con agresiones armadas, cierre de aeropuertos y la suspensión de actividades empresariales y escolares, recordaron al «culiacanazo», los sucesos ocurridos en la misma zona en 2019 tras la primera detención de este narcotraficante, puesto en libertad de inmediato por orden del presidente Andrés Manuel López Obrador para evitar muertes civiles.