El partido del primer ministro griego Kyriakos Mitsotakis, el conservador Nueva Democracia, consiguió este domingo una clara victoria en las elecciones generales, al garantizarse la mayoría absoluta en el Parlamento, que le permitirá gobernar en solitario. De acuerdo a los resultados oficiales, Mitsotakis acumuló el 40,5 por ciento de los votos mientras que su principal rival, el líder de izquierda y exprimer ministro Alexis Tsipras, del partido Syriza, cosechó apenas el 17,8 por ciento. Pese a que el gobierno de Mitsotakis afrontó escándalos como las escuchas telefónicas a un político opositor y a periodistas, los griegos parecen haber elegido votar con el bolsillo.
Grecia teñida de azul
El resultado del domingo le garantiza a la derecha 158 escaños de los 300 que tiene el Parlamento griego. Así Mitsotakis volvería a ocupar el puesto de primer ministro que tuvo que abandonar a fines de mayo antes de la celebración de los segundos comicios. «Los ciudadanos nos han dado un fuerte mandato para avanzar más rápido en el camino de los grandes cambios», señaló Mitsotakis luego de conocer las últimas cifras frente a la sede de Nueva Democracia en Atenas.
«Hoy se cierra definitivamente un ciclo traumático de mentiras y toxicidad que frenaba a Grecia», dijo Mitsotakis en alusión al declive de Syriza. «¡Toda Grecia es azul!», agregó el líder conservador frente a sus simpatizantes, aludiendo al color de la formación y destacando que «Nueva Democracia es el partido de centroderecha más fuerte de Europa». Mitsotakis volverá a jurar el cargo este lunes ante la presidenta Katerina Sakellaropoulou, informó el partido en un comunicado.
Cuatro años después de acceder al poder, Nueva Democracia mejoró así sus resultados respecto a 2019, cuando alcanzó el 39,85 por ciento de los votos. Ocho partidos superaron el umbral del tres por ciento para entrar en el Parlamento, según estos resultados, entre ellos el partido de ultraderecha «Spartiates», apoyado por un exresponsable de la formación «neonazi-ama»>Amanecer Dorado», Ilias Kassidiaris, actualmente en prisión. Quien quedó afuera del Parlamento es el Frente Europeo de Desobediencia Realista del exministro de Finanzas Yanis Varoufakis, que alcanzó el 2,43 por ciento.
Mitsotakis, un graduado de Harvard de 55 años, consiguió hace cinco semanas una amplia victoria con el 40,8 por ciento de los votos, el doble que Syriza. La holgura de su triunfo, que sorprendió a los analistas, no le permitió sin embargo alcanzar la mayoría absoluta. El líder conservador descartó una coalición con otras formaciones y propició la repetición electoral de este domingo.
Esta es la primera vez desde la caída de la dictadura militar en 1974 que un partido gobernante logra mejorar sus resultados y además amplia su diferencia con la oposición. Además, es la primera vez desde el estallido de la crisis financiera en 2010 que un primer ministro griego logra ser reelegido tras un mandato de cuatro años.
Caída de la izquierda
Frente a la derecha Alexis Tsipras, quien fue primer ministro de 2015 a 2019, registró una nueva derrota tras el duro revés de hace cinco semanas, cuando Syriza alcanzó el 20,07 por ciento de los votos: una caída de más de 11,5 puntos respecto a 2019. Tsipras reconoció este domingo el mal desempeño aunque señaló que el resultado es «un acontecimiento negativo para la sociedad y la democracia», y puso su cargo «al juicio de los militantes» de la formación.
Syriza podría convocar una reunión de sus órganos directivos en los próximos días. Alexis Haritsis, ministro del Interior durante la gestión de Tsipras, dijo que no se había entendido «el esfuerzo programático» del partido de izquierda. «Habrá muchas celebraciones de Nueva Democracia, pero los problemas sociales seguirán estando ahí y Syriza hará su función y seguirá trabajando para volver a conectar con las clases populares», agregó Haritsis.
Promesas en materia económica
Al darle a Nueva Democracia una mayoría absoluta en las elecciones de julio de 2019, en detrimento de Syriza, los griegos quisieron dar vuelta la página a años de crisis financiera y planes de rescate, que llegaron a destruir un 25 por ciento del PBI nacional y amenazaron al país con sacarlo de la zona euro. Mitsotakis, hijo de un antiguo primer ministro y tío del actual alcalde de Atenas, no dejó de presumir de su balance económico, marcado por un crecimiento del 8,3 por ciento en 2021 y del 5,9 por ciento en 2022, con un desempleo a la baja.
Durante la campaña Mitsotakis prometió subas salariales, sobre todo para las personas de ingresos más bajos, la principal preocupación de los griegos en un contexto de aumento del costo de vida. En campaña, Mitsotakis se comprometió a realizar contrataciones masivas en el sector de la salud pública, afectado por una fuerte escasez de medios desde la crisis financiera y los drásticos programas de austeridad impuestos en numerosos servicios públicos.
En marzo Mitsotakis enfrentó una ola de protestas inédita desde su llegada al poder por una catástrofe ferroviaria que causó 57 muertos y fue imputada a las graves negligencias en los sistemas de señalización ferroviaria. Surgido de una gran familia política poseedora de un gran patrimonio inmobiliario, los opositores critican su arrogancia.
Rechazo de migrantes
En los últimos cuatro años Mitsotakis dio un giro en materia de seguridad, al reforzar el aparato policial. Su mandato estuvo también marcado por escándalos, entre ellos uno sobre escuchas ilegales de personalidades políticas y de periodistas a través del programa espía Predator. Omnipresente en las redes sociales, hizo una política de comunicación agresiva, en un ambiente mediático caracterizado por la concentración de los principales medios y las cadenas de televisión en manos de grandes grupos financieros.
Mitsotakis enfrentó además acusaciones recurrentes sobre rechazos de migrantes hacia la vecina Turquía antes de que hubieran podido presentar su demanda de asilo en territorio de la Unión Europea. El dirigente de derecha siempre negó estas prácticas, que fueron sin embargo comprobadas con videos e investigaciones detalladas de grandes medios internacionales. La última tragedia migratoria en el mar Jónico la semana pasada, con cientos de muertos y desaparecidos, no le pasó factura en las urnas.
Sus cuatro años en el poder fueron caracterizados por el retroceso del Estado de derecho y la libertad de prensa, al punto tal que Grecia desde el año pasado ocupa un lugar muy bajo en esa materia en la Unión Europea, según la clasificación anual de la ONG Reporteros sin Fronteras, apenas detrás de Hungría y Polonia. En el escenario internacional, Mitsotakis mostró un fuerte respaldo a la OTAN y criticó a Rusia por su invasión de Ucrania. Su gobierno ha enviado ayuda militar a Ucrania para que Kiev pueda repeler la agresión rusa y aumentó el gasto en defensa de Grecia.