Joe Biden y Emmanuel Macron expresaron este jueves en Washington su deseo de buscar juntos una solución a la guerra en Ucrania, pero sin dejar de apoyar a Kiev, durante una visita de Estado en la que mostraron una buena sintonía.
«Estoy dispuesto a hablar con Putin si (…) está buscando una manera de terminar la guerra. Todavía no lo ha hecho», dijo Biden en rueda de prensa conjunta con su homólogo francés. Biden puso énfasis en que cualquier discusión con el presidente ruso se haga «en consulta con mis amigos franceses y de la OTAN». «Seguiremos unidos para oponernos a la brutalidad» de Rusia en Ucrania, insistió el demócrata de 80 años, cuando el conflicto entra en su décimo mes y sobre todo en pleno invierno boreal.
El presidente francés, cuyas posiciones sobre este tema han irritado a veces a los estadounidenses, le dijo que «nunca presionará a los ucranianos para que acepten un compromiso que sea inaceptable para ellos», porque no permitiría construir «una paz duradera».
En un comunicado conjunto, ambos acordaron brindar a Ucrania «ayuda política, de seguridad, humanitaria y económica el tiempo que sea necesario»
Fricciones comerciales
Durante toda la visita de Estado de Macron, la primera organizada por el gobierno de Biden, los dos líderes mostraron una excelente sintonía. Atrás parece haber quedado la crisis abierta en septiembre de 2021, cuando Washington cubrió un megapedido de submarinos australianos sin informar de ello a los franceses, que venían negociando con Camberra.
Ahora la palabra clave es coordinación, incluso quizás en el tema más polémico de la agenda: la política de transición energética de Joe Biden, que da prioridad a los empleos estadounidenses y a los productos «fabricados en USA». Todo ello, con subsidios masivos calificadas el miércoles de «súper agresivos» por Macron, quien teme que pongan en peligro los proyectos europeos de energía verde y recuperación industrial.
«No me disculpo por esta ley», dijo Joe Biden, prometiendo sin embargo arreglar los «defectos» de su «Ley de Reducción de la Inflación», un faraónico plan de inversión en energía verde, especialmente en coches eléctricos. Biden se ha comprometido a que la creación de empleo en Estados Unidos no se haga «a expensas de Europa».
Los europeos deben «ir más rápido y más fuerte» para tener «la misma ambición» que los estadounidenses, pidió Macron. La Casa Blanca acogió con pompa al mandatario francés en un ambiente especialmente cordial.
¿Por qué ha elegido a Emmanuel Macron para la primera visita de Estado? «Porque es mi amigo», contestó Biden mientras caminaba hacia el Despacho Oval y el presidente francés le pasaba el brazo por el hombro de manera amistosa.
«Libertad, igualdad, fraternidad»
«Nuestro destino común es responder juntos» a los desafíos del mundo, dijo Macron, poco después de que sonara la Marsellesa en una mañana radiante y fría. Biden se aventuró a pronunciar, en francés, el lema «Libertad, igualdad, fraternidad». La jornada terminará con una cena de Estado con la que los estadounidenses pretenden presumir ante Francia de nivel culinario. La Casa Blanca sacrificó 200 langostas y ofrecerá exclusivamente vinos y quesos estadounidenses.
Los dos presidentes también intercambiaron, como manda la tradición, regalos. Los franceses fueron románticos y le obsequiaron con un vinilo de la banda sonora de la película «Un hombre y una mujer» de Claude Lelouch, que se cree que fue la primera que Joe y su esposa Jill fueron a ver en su primera cita.