La policía italiana allanó en la madrugada del martes el escondite del padrino de la mafia más buscado de Italia, Matteo Messina Denaro, detenido el lunes en Palermo tras 30 años prófugo, quien llevaba una vida normal rodeado de ropa de marca y perfumes. El escondite de Messina Denaro, de 60 años, conocido por ser un capo mafioso sanguinario, se encontraba en Campobello di Mazara, una localidad de diez mil habitantes, a diez kilómetros de su ciudad natal, Castelvetrano, en la provincia de Trapani, donde su fallecido padre era temido por liderar la mafia local.
La policía revisó el edificio de dos pisos, pintado de amarillo, e ingresó al apartamento donde se alojaba el padrino. Los investigadores, que no encontraron armas, hallaron en cambio una colección de perfumes costosos y ropa de lujo de varias marcas. También descubrieron medicamentos y pastillas para potenciar las relaciones sexuales así como preservativos, lo que confirma su conocida pasión por las mujeres.
El pequeño edificio quedó bajo la vigilancia permanente de la policía, que impide acercarse. El capo de la mafia vivía en ese lugar desde hacía al menos seis meses, en un apartamento reformado «que demuestra las buenas condiciones económicas del prófugo. Con muebles refinados, de un elevado nivel, pero no de lujo», reveló a la prensa el comandante provincial de los carabineros de Trapani, Fabio Bottino.
«Se están realizando investigaciones, analizando las huellas biológicas, buscando los escondites y recovecos donde podía esconder documentación. Un trabajo que llevará varios días», explicó Bottino. Ante sus vecinos se presentaba como Andrea Bonafede, contaba con una cédula de identidad vigente y decía que era médico.
Messina Denaro, quien fue detenido el lunes en una clínica de Palermo donde se estaba sometiendo bajo falso nombre a un tratamiento contra el cáncer, fue trasladado en la noche a bordo de un helicóptero militar a una cárcel de alta seguridad en Los Abruzos. El último padrino de Cosa Nostra lideraba una organización multimillonaria gracias a sus ramificaciones en varios sectores, desde el tráfico de drogas hasta el inmobiliario, la energía eólica y las apuestas online.