Las muertes por disparos de la policía y el ejército contra manifestantes en las protestas antigubernamentales ya llegan a 41 y la bancada de Perú Libre –partido del expresidente Pedro Castillo– presentó este viernes una denuncia constitucional contra la presidenta Dina Boluarte por su responsabilidad en la represión. Esto podría llevar a su destitución.
Sin embargo, la presidenta tiene el apoyo de la derecha que es mayoría en el Congreso, lo que bloquearía esta denuncia. A las personas asesinadas por las fuerzas de seguridad, se suma la muerte de un policía. Además, seis pobladores han fallecido por no poder llegar a un centro médico por los bloqueos de vías, sumando 48 muertos en el marco de las protestas luego de la destitución de Castillo. Hay más de 600 heridos y 300 detenidos.
Protestas desde Lima a los Andes
Mientras las masivas protestas con epicentro en el sur andino se extienden a Lima y otras regiones y el gobierno reprime, renunció el ministro de Trabajo , Eduardo García y la ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, Grecia Rojas. El saliente titular de Trabajo cuestionó en su carta de renuncia la respuesta represiva del gobierno, calificándola como “una tragedia”. “Se requiere que se pida disculpas a la población por las muertes ocasionadas y que se reconozca que se han cometido errores que deben ser corregidos para que esto no se repita”, señaló el renunciante en su carta a la presidenta. Sin decirlo, su carta es un pedido a Boluarte para que renuncie: “La situación amerita un cambio de rostro en la dirección del país y un adelanto de elecciones que no puede ya esperar hasta abril de 2024”. Ya son cuatro los ministros del gobierno que renunciaron por la represión. En diciembre lo hicieron los titulares de Educación y Cultura.
A estas dos renuncias se suma el cambio del ministro del Interior, el General de Policía Víctor Rojas, reemplazado por Vicente Romero, quien ya ocupó este cargo en 2018 con el expresidente Pedro Pablo Kuczynski. Y fue director de la Policía entre 2015 y 2017. Rojas estaba muy cuestionado por la represión policial que esta semana dejó 19 muertos, 18 en Juliaca y uno en Cusco. En el Congreso la izquierda preparaba su interpelación, aunque no tenía los votos para obligarlo a dejar el cargo. Sin embargo, el principal rostro gubernamental de la represión es el jefe del gabinete ministerial, Alberto Otárola.
Casi todos piden la renuncia de Boluarte
Mientras se agudiza la crisis, crece la demanda social y política para que Boluarte dimita. Gobernadores regionales, sindicatos, colegios de profesionales, intelectuales, organizaciones estudiantiles y sociales, congresistas de izquierda y un gremio empresarial ligado a la actividad turística, exigen su renuncia. Luego de la destitución de Pedro Castillo el 7 de diciembre, se gatillaron protestas en el sur andino demandando el adelanto de las elecciones, el cierre del Congreso, una Asamblea Constituyente y la libertad del expresidente. Fueron respondidas con una dura represión y las protestas crecieron.
Dina Boluarte lleva varios días sin pronunciarse sobre las protestas. Es el jefe del gabinete ministerial, Alberto Otárola, quien ha asumido como vocero principal del gobierno. Otárola es la cabeza visible de la política represiva. En sus intervenciones justifica la cruenta represión, defiende a las fuerzas de seguridad acusadas de disparar contra la población y criminaliza a los manifestantes, llamándolos terroristas. Desconociendo las razones de las protestas, el ministro reduce las causas a lo que llama “azuzadores violentistas”, entre quienes incluye al expresidente boliviano Evo Morales. Y sin presentar evidencias, asegura que los manifestantes están financiados por el narcotráfico. Los principales medios forman parte de esta campaña para criminalizar las protestas y justificar la represión. Estas afirmaciones han exacerbado la indignación popular.
Cusco se rebela
Las movilizaciones paralizaron el sur andino con una huelga regional, protestas diarias y bloqueos de vías. En Cusco, miles de personas llenaron la plaza principal para rendir homenaje al dirigente campesino Remo Candia, asesinado de un disparo en el tórax por la policía el miércoles durante las movilizaciones. En esta región, el tren a Machu Picchu ha suspendido sus operaciones desde hace días.
En la altiplánica región de Puno –fronteriza con Bolivia– el lunes pasado 18 manifestantes murieron baleados por la policía. Este es el escenario de las mayores protestas y el de mayor cantidad de muertes. También hay importantes movilizaciones en Tacna, ciudad fronteriza con Chile, y en regiones andinas como Ayacucho –en diciembre diez manifestantes fueron abatidos por el ejército y la policía–, Abancay y Arequipa. Las protestas se extendieron a regiones del norte y la Amazonia. Este jueves hubo en Lima una multitudinaria movilización exigiendo la renuncia de Boluarte y se anuncian otras. Organizaciones sociales y campesinas de las regiones andinas dijeron que 50 mil personas llegarán a Lima para sumarse a las movilizaciones en la capital.