Dos personas, entre ellas un niño de seis años, murieron y cinco resultaron heridas hoy en un atropello intencional en Jerusalén este ocupado, informaron fuentes oficiales israelíes, que detallaron que su atacante palestino murió también en el lugar por disparos de las fuerzas de seguridad.
El incidente tuvo lugar en las inmediaciones del asentamiento judío de Ramot, un barrio de colonos judíos en Jerusalén Este, la zona de la Ciudad Santa anexada por Israel. Un portavoz de la policía informó que hacia las 13:30 hora local el conductor de un vehículo embistió «a toda velocidad a personas inocentes que esperaban en la parada de autobús.»
«Un ataque brutal»
Tras el episodio, varios transeúntes apuntaron al auto con armas de fuego. Según la policía, el conductor luego fue abatido por un agente que se encontraba en el lugar de los hechos. El jefe de la organización para Identificación de Víctimas de Desastres (ZAKA) declaró: “El terrorista fue neutralizado y eliminado en el acto. Una vez más, estamos ante un grave incidente de lesiones a inocentes, un ataque brutal el viernes por la tarde contra civiles que esperaban en una parada de colectivo”.
«Como consecuencia del atropello, hay 2 muertos y otros 5 heridos con diversos grados de lesiones», detalló un portavoz policial, que agregó que se ha reforzado la presencia de fuerzas de seguridad en la zona.
Fuentes médicas informaron que hay dos muertos y cinco heridos, dos de ellos en estado crítico. La organización Magen David Adom, equivalente a la Cruz Roja, en Israel, indicó que un menor de seis años murió en el acto. La otra víctima mortal fue identificada como Alter Shlomo Lederman, un estudiante de una escuela religiosa talmúdica de 20 años. El joven fue herido y murió poco después de haber sido transferido al hospital, indicó un portavoz.
La Policía israelí calificó al hecho como «ataque terrorista». Medios locales identificaron al atacante como Hussein Qaraqe, palestino de 31 años y residente del este ocupado de Jerusalén. «Las fuerzas de policía del distrito de Jerusalén, entre ellos un agente que estaba fuera de servicio, llegaron rápidamente al lugar y dispararon contra el terrorista, que fue neutralizado», agregó el portavoz policial.
En respuesta al ataque, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ordenó investigar y arrestar a familiares y conocidos del atacante. El mandatario anunció también que la residencia de este sería inmediatamente demolida, una medida habitualmente utilizada contra atacantes palestinos. “Realicé una evaluación de la situación de seguridad y ordené reforzar las fuerzas de seguridad, efectuar detenciones y actuar de inmediato para precintar la casa del terrorista y demolerla. Nuestra respuesta al terrorismo es golpearlo con todas nuestras fuerzas y profundizar aún más en nuestro país, declaróelpremier israelí.”
El gobierno de Estados Unidos tabién condenó el atentado terrorista. «El ataque deliberado contra civiles inocentes es repugnante e inconcebible», reaccionó en un comunicado el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken.
La reacción de Hamas y la Yihad
En cambio desde la Franja de Gaza, tanto el movimiento islamista Hamás como el grupo Yihad Islámica Palestina (YIP) celebraron el ataque. «La heroica operación en Jerusalén es la respuesta natural a los crímenes de la ocupación (israelí) contra el pueblo palestino», señaló Hamás en un comunicado, en el que destacó una redada israelí el pasado domingo en Cisjordania ocupada en la que cinco de sus milicianos murieron por disparos del Ejército de Israel. La Yihad Islámica, por su parte, indicó que este ataque muestra que «el pueblo palestino seguirá resistiendo la ocupación hasta su desaparición».
El atentado tuvo lugar a unas pocas horas del inicio de Shabat, el día de descanso judío, en un momento en que «muchas personas esperaban el bus para viajar» por el fin de semana, declaró Eli Beer, presidente de United Hatzalah, una organización de socorristas voluntarios.
«Muchas de estas personas no tienen medios para tener su propio coche, entonces toman el bus, vienen de estratos sociales muy desfavorecidos, toman el bus con toda la familia», agregó.
Shimon, un joven de 18 años que reside en Ramot, un barrio donde una mayoría de la población son judíos ultra-ortodoxos, fue testigo del atentado.»Vi a personas salir proyectadas y como (el conductor del vehículo) fue abatido y su cabeza cayó sobre el volante», declaró
El ministro israelí de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, una figura importante de la extrema derecha, se desplazó al lugar, según periodistas de la AFP. El alto funcionario fue interpelado por una multitud indignada que le reprochó haber traicionado su promesa de campaña de garantizar la seguridad. Un grupo gritaba «¡Pena de muerte a los terroristas!», una promesa de campaña de Ben Gvir.
El ministro reiteró su voluntad de «instaurar una legislación sobre la pena de muerte para los terroristas». Una parte de la extrema derecha israelí defiende esta postura, pero hasta el momento no ha habido un voto sobre este proyecto.
Efrat, una joven de 16 años que vive en el barrio de Ramot dijo a la AFP que estaba «conmocionada». «Tengo miedo de salir de mi casa», afirmó. «Miro para todos lados, todo el mundo me parece sospechoso».
Desde inicios de año, el conflicto entre israelíes y palestinos ha dejado al menos 43 palestinos muertos, (incluyendo a combatientes y civiles), ocho civiles israelíes y una ucraniana fallecidos, de acuerdo a un recuento de AFP realizado con base a cifras comunicadas por fuentes oficiales israelíes y palestinas.
Este ataque sigue a otro del pasado 27 de enero, en el que un palestino mató a siete personas en una colonia israelí de Jerusalén Este ocupado, el más letal contra israelíes en más de una década.
Al igual que el atropello de este viernes, aquel ataque también llegó poco después de una sangrienta israelí en Cisjordania ocupada, en la que murieron 10 palestinos, incluyendo milicianos y civiles.