El sacerdote argentino Luis Humberto Béjar fue echado de la parroquia del distrito de Pucará, en la región peruana de Puno, por pronunciarse a favor de la renuncia de la presidenta Dina Boluarte y haber condenado las muertes de más de 40 manifestantes en las masivas protestas contra el gobierno que tomó el poder tras la accidentada salida de Pedro Castillo. En un video de TikTok, Béjar había dicho que la única manera de que el país se pacifique era con la dimisión de Boluarte.
A través de una carta el obispo de Puno, Jorge Pedro Carrión, le solicitó a Béjar que presente su renuncia a la parroquia de Pucará y se tome un tiempo de descanso. “Su imprudencia está causando grave daño a la iglesia y crece un sentimiento en contra suya”, advierte la misiva de Carrión.
Béjar respondió al pedido renunciando a la parroquia de Pucará y, a su vez, solicitándole un año sabático indefinido. El párroco argentino explicó que salió a pronunciarse respecto a la situación política debido a los hechos del nueve de enero en Juliaca, donde 18 manifestantes y un policía fallecieron en medio de una feroz represión policial.
Desde la provincia de La Pampa, adonde llegó en un vuelo este lunes, el sacerdote también se pronunció a favor del adelanto de elecciones y la sanción de una nueva Constitución. Calificó como nefastos a los grupos de poder y apoyó el foro Runasur propuesto por el expresidente de Bolivia, Evo Morales. Este es el primer caso de un sacerdote extranjero que sale de Perú tras pronunciarse en sintonía con los manifestantes que piden la renuncia de Boluarte.
“Me animé a decir que la paz se conseguirá con la renuncia de la actual presidenta. No me arrepiento de haber dicho eso y lo diría 50 veces más. Asesinaron en tres horas, si no me equivoco, a 17 personas, muriendo otra más en el transcurso de los días posteriores, porque estaba herida”, aseguró Béjar a la agencia Associated Press.