Siria condenó este domingo un nuevo bombardeo atribuido a Israel con misiles contra objetivos en Damasco que dejó 15 muertos y pidió a la comunidad internacional que castigue al Estado judío por sus «ataques sistemáticos contra la población civil». El Observatorio Sirio de Derechos Humanos informó que los misiles dañaron fuertemente un edificio en un barrio de Damasco, donde están los organismos de seguridad e inteligencia sirios, y que el blanco principal eran posiciones de la milicia pro-iraní Hezbollah.
Israel ataca de vez en cuando al país vecino, donde considera a la presencia de grupos libaneses e iraníes aliados del presidente sirio Bashar al-Assad, como una amenaza para su seguridad. En diálogo con Página/12, el autor de La disputa por el control de Medio Oriente, Ezequiel Kopel, aseguró: «Lo que tiene de atípico este ataque de Israel en Siria es que fue sobre una zona residencial. Igualmente tiene el objetivo de que los iraníes no estén tranquilos porque luego de entrar a sostener a al-Assad, están acumulando tropas en territorio sirio».
«Ataques israelíes sistemáticos»
El ministerio de Exteriores sirio declaró que «en un momento en el que Siria está sanando sus heridas, enterrando a sus mártires y recibiendo condolencias, simpatía y apoyo humanitario ante el devastador terremoto, la entidad ocupadora israelí lanzó una agresión aérea contra barrios residenciales habitados por civiles«. En un comunicado, la cartera aseguró que el nuevo ataque «causó como resultado preliminar cinco mártires y heridas a 15 civiles, además de la destrucción de varias viviendas».
El texto del ministerio agrega que «esa agresión es parte de los ataques israelíes sistemáticos contra objetivos civiles sirios, incluidos hogares, centros de servicio, aeropuertos y puertos, intimidando a los sirios que aún sufren los efectos catastróficos del terremoto» que el pasado seis de febrero azotó también a Turquía y causó la muerte de más de 5.800 personas en el territorio sirio.
La cartera de Exteriores también destacó que los misiles israelíes «coincidieron con las agresiones del Estado Islámico que dejaron decenas de muertos civiles», en alusión a la muerte de 50 personas en un ataque del grupo yihadista el pasado viernes contra recolectores de trufa en la provincia de Homs, en el centro de Siria. «Siria espera que las Naciones Unidas y el Consejo de Seguridad de la ONU condenen los ataques y crímenes israelíes y tomen las medidas necesarias para disuadirlos, responsabilizar y castigar a sus perpetradores», advirtió la Cancillería.
Este ataque israelí es el segundo de este año y ocurrió «exactamente a las 00:22 de la mañana, cuando el enemigo israelí llevó a cabo una agresión aérea con ráfagas de misiles desde la dirección del Golán sirio ocupado«, publicó la agencia siria SANA citando una fuente militar segun la cual los objetivos eran «barrios residenciales habitados por civiles» que terminaron con «la destrucción de varias viviendas».
Los misiles cayeron sobre el barrio Kafar Souseh, en Damasco, y en la localidad Dawar al Mazra, 12 kilómetros al sur de la capital, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, una ONG con sede en el Reino Unido y una amplia red de colaboradores sobre el terreno, que indicó que «los misiles israelíes tuvieron como objetivo sitios donde se encontraban las milicias iraníes y el Hezbollah libanés. «El bombardeo del domingo es el ataque israelí más mortífero en la capital siria», dijo Rami Abdel Rahman, director del Observatorio.
Los misiles destruyeron una escuela iraní en el vecindario damaceno de Kafar Souseh, otro cayó «en la rotonda de Al Mazraa, causando la muerte de una mujer» y, además, «fue atacado el batallón de Radar en Tal Masih, en As Suwayda», al sudoeste de la capital siria, según la ONG. El jefe de la Dirección General de Antigüedades y Museos, Nazir Awad, explicó que el ataque israelí también causó daños en «instituciones educativas y edificios en la Ciudadela de Damasco, que no tiene ningún carácter militar en absoluto».
Israel apunta a Siria e Irán
El primer ataque israelí de 2023 contra Siria ocurrió el pasado dos de enero: siete personas perdieron la vida en el Aeropuerto Internacional de Damasco y alrededores, de acuerdo al Observatorio Sirio de Derechos Humanos. La misma ONG registró, durante el 2022, 32 ataques israelíes en territorio sirio, lo que resultó en la destrucción de alrededor de 91 objetivos, incluidos edificios, depósitos de armas y municiones, cuarteles generales, centros y mecanismos. Estos ataques causaron la muerte de 89 soldados y otros 121 resultaron heridos.
Israel no suele comentar sus operaciones contra Siria, pero advierte que no permitirá que Irán extienda su influencia hasta las fronteras de Israel. «No dejaremos que Irán obtenga armas nucleares y no dejaremos que expanda su influencia en nuestra frontera norte», dijo el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, durante una reciente reunión de su gabinete.
El gobierno sirio de Bashar al-Assad recibe apoyo militar de Rusia, Irán y de grupos chiitas armados, como Hezbollah, enemigo declarado de Israel. La vocera del ministerio ruso de Relaciones Exteriores condenó el ataque y urgió a Israel a «poner fin a las provocaciones armadas» contra Damasco. Para Ezequiel Kopel eso también es importante «porque Rusia es el máximo sostenedor de al-Assad, entonces tampoco le gusta que los iraníes pisen demasiado en Siria«.
Las milicias iraníes, dirigidas por el Hezbollah del Líbano, ahora dominan grandes áreas del este, sur y noroeste de Siria y varios suburbios alrededor de la capital. La agencia de noticias iraní Tasnim dijo que ningún iraní resultó herido en el ataque del domingo y que los ataques alcanzaron «exactamente el lugar» donde el máximo comandante de Hezbollah, Imad Mughniyeh, murió en un atentado con coche bomba en 2008 por el que la milicia había señalado a Israel.
Este domingo Nasser Kanani, vocero del ministerio de Relaciones Exteriores de Irán, culpó a Israel por «intentar exacerbar el dolor y el sufrimiento de la nación siria en un momento en que enfrenta los efectos del reciente terremoto destructivo».