Dos mujeres murieron y dos hombres resultaron heridos este viernes por bombardeos del Ejército ucraniano contra localidades rusas limítrofes con Ucrania, denunció el gobernador de Bélgorod, Viacheslav Gladkov. «Hay fallecidos. Bombardearon un tramo de la carretera en la localidad Máslova Pristan. Las esquirlas impactaron en autos. En uno viajaban dos mujeres que murieron en el lugar a consecuencia de las heridas recibidas», afirmó en Telegram el gobernador. En otro auto viajaban dos hombres que resultaron heridos de gravedad.
El gobernador indicó que varias localidades fueron bombardeadas al unísono: «Dispararon 11 proyectiles de artillería contra Tishanka. No hubo heridos. En dos viviendas particulares saltaron las ventanas, las tuberías de gas y las líneas de electricidad resultaron dañadas».
Los ataques fueron reivindicados por dos grupos paramilitares rusos –el Cuerpo de Voluntarios Rusos y la Legión Libertad para Rusia– que combaten en el bando ucraniano y a finales de mayo hicieron una incursión a territorio ruso.
El Ministerio de Defensa ruso aseguró haber rechazado tres ataques en Shebékino y causar más de 50 bajas en las filas ucranianas a tres grupos de saboteadores, que se dividieron en destacamentos de 15 a 30 efectivos para entrar a territorio ruso con apoyo de blindados. Pero habrían sido expulsados por la aviación y la artillería, que los persiguió hasta localidades en el territorio de la región ucraniana de Járkov. La escalada obligó a las autoridades rusas a iniciar la evacuación de civiles de las localidades cercanas a la frontera con Ucrania.
Los ataques rusos
Rusia lanzó en la madrugada un ataque nocturno contra la capital ucraniana, el sexto en los últimos seis días, en el que utilizó “más de 30” misiles y drones que fueron derribados por las defensas aéreas, informó a primera hora del viernes la Administración Militar de Kiev. “Continúa el terror en Kiev con ataques aéreos. Los terroristas están desesperados y atacan la capital casi sin parar”, se lee en el parte de la Administración Militar.
Según la fuente, las fuerzas rusas utilizaron una combinación de drones kamikaze Shahed iraníes lanzados desde “distintas direcciones” y misiles de crucero disparados por aviones desde la región del Mar Caspio. Por el momento no se conocen víctimas y el alcalde de Kiev, Vitalii Klychko, explicó que no hubo llamadas a los servicios médicos por el ataque.
La perspectiva ucraniana
Según el parte diario del Estado Mayor ucraniano, las defensas aéreas ucranianas derribaron por la noche 15 misiles de crucero y 18 drones Shahed, una cifra que coincide con los “más de 30 objetivos” interceptados de los que habla la Administración de Kiev. Los sistemas defensivos occidentales que Ucrania tiene desplegados en Kiev estarían derribando casi la totalidad de los proyectiles rusos, aunque varias personas han muerto por la caída de cascotes tras las interceptaciones.
Según la Fuerza Aérea ucraniana, Rusia busca con esos ataques desmoralizar a la población y agotar la munición de los sistemas antiaéreos ucranianos. Kiev trabaja para convencer a sus aliados de que envíen más sistemas de misiles Patriot para defenderse.
La táctica ucraniana es demostrar su capacidad de incursión en Rusia. El 30 de mayo lanzaron una treintena de drones hacia Moscú y Rusia dice que los interceptó. Rusia, en el último mes, viene intensificando su escalada de bombardeos simultáneos sobre ciudades ucranianas. Hasta el 1 de mayo eran cada 15 días y luego pasaron a ser cada 48 horas. Ahora hacen tres ataques por día. La idea es horadar a los ucranianos y hacerlos gastar municiones y misiles defensivos, para debilitarles la anunciada contraofensiva.
¿Maniobras distractivas?
El historiador experto en Rusia y Ucrania, Jorge Wozniak, declaró a Página/12 que estos ataque ucranianos no son nuevos: “en junio atacaron destilerías del sur de Rusia y en diciembre la base Engels cerca de Moscú, dañando un bombadero estratégico”. Para este analista, la novedad es una intensificación de los ataques en la zona fronteriza de Bélgorod, la cual podría tener distintas interpretaciones: “según las autoridades rusas, estos bombardeos e incursiones fuera de Ucrania serían para distraer a la opinión pública ucraniana y occidental, luego de la derrota en Bajmut –más simbólica que estratégica– y en otros lugares donde los ucranianos están retrocediendo. Estarían presentando como “victoria” a una simple incursión fronteriza. Durante la anterior, los atacantes habían dicho que entraron 40 kilómetros en Rusia, pero según la geolocalización de los rusos, los habrían detectado a solo 5 kilómetros de la frontera, donde los eliminaron. Otra manera de verlo, sería como una táctica para hacerle creer al mando ruso que podría haber una contraofensiva ucraniana en la zona de Bélgorod, para que retire tropas de la gran concentración que tiene en el Dombás y las mande a esa otra región, y que haya más chance para Ucrania de triunfar en la contraofensiva que iba a ocurrir en una primavera que ya está terminando, y que parece se pospone para el verano. Todo está sujeto a mucha interpretación. Son ataques inocuos que afectan instalaciones residenciales rusas pero no van a lo central como depósitos de municiones, barracones de tropas o centros de mando y comunicaciones; entonces podrían ser ataques meramente propagandísticos y distractivos”.