Radio Vida Celestial Noticias Una jornada de fintas, amagues y combates

Una jornada de fintas, amagues y combates

En una jornada muy activa en distintos frentes, Ucrania informó este lunes «acciones ofensivas» y un “avance” cerca de la devastada ciudad de Bajmut, un ataque que Rusia aseguró haber repelido. Moscú, por su parte, dijo que el ejército ucraniano atacó posiciones en Donetsk, donde habría sufrido un fuerte revés. Y Kiev siguió atacando territorio ruso en Belgorod.

Según Kiev, la ciudad de Bajmut –en el centro geográfico del largo frente de guerra– se mantiene como «epicentro de las hostilidades». La viceministra ucraniana de Defensa, Ganna Maliar, aseguró que sus tropas estaban «avanzando en un frente bastante amplio» cerca de la ciudad. «Estamos logrando éxitos y ocupamos las alturas dominantes. El enemigo está a la defensiva», declaró. El avance ucraniano fue confirmado por el jefe paramilitar ruso, Yevgueni Prigozhin. «Se perdió una parte de la localidad de Berkhivka» dijo, calificando el retroceso de «vergüenza».

La guerra en Donetsk

Según la viceministra Maliar, están habiendo «combates menores» en el sureste, donde las fuerzas rusas están «a la defensiva». Las declaraciones del Ministerio ruso de Defensa afirmaron, en cambio, haber frustrado “una ofensiva a gran escala” en cinco sectores de ese frente «en la dirección sur de la región de Donetsk», agregando que las tropas ucranianas habían sufrido importantes pérdidas cerca de Novodarivka, Zaporiyia y Vugledar. «El enemigo no logró su objetivo», se felicitó el ministerio ruso, mostrando imágenes de 16 blindados ucranianos destruidos por artillería pesada causándoles 300 muertos

Gran parte de Donetsk está desde 2014 bajo control de separatistas prorrusos y es uno de los cuatro territorios ucranianos que Rusia anexó en septiembre pasado, junto a Lugansk, Zaporiyia y Jersón.

Ataques ucranianos en Rusia

Dentro del lado ruso de la frontera, Moscú aseguró haber repelido el domingo una incursión de combatientes ucranianos en el poblado de Novaya Tavolzhanka, en la región de Belgorod. Además, Ucrania lleva días atacando fuerte la zona con artillería. Y se han reportado enfrentamientos entre el ejército ruso y combatientes rusos proucranianos. Estos asaltos dejaron varios muertos. El domingo, uno de estos grupos tomó prisioneros y dijo serán entregados a Kiev. En un video divulgado se ven imágenes de una docena de soldados del ejército oficial ruso detenidos, dos de ellos heridos. Es la primera vez que capturan a ciudadanos rusos en territorio ruso. 

Estos combates fronterizos han obligado a miles de civiles rusos a huir a la capital regional homónima Belgorod. «Estamos en pésimo estado. Pero aguantamos, intentamos ser fuertes porque tenemos niños», dijo Irina Burlakova, una desplazada que fue a buscar ayuda humanitaria. Esta mujer de 30 años huyó de Shebekino con su marido e hijo. Vivían en el centro de la ciudad, golpeada por fuertes disparos de artillería y drones que dejaron un herido y dañaron infraestructura energética. Ucrania insiste en que no está detrás de estos ataques.

Los ataques ucranianos a Belgorod podrían tener dos finalidades: un uso propagandístico y a la vez, amagar con una incursión masiva por ese lado –la supuesta contraofensiva— para que los rusos se coman la curva y desconcentren parte de las tropas acumuladas en la región central del frente. De esa forma se debilitaría el lugar por donde Ucrania intentaría realmente perforar las defensas rusas –por el centro del frente– ya muy bien pertrechadas defensivamente. Por eso es posible que los enfrentamientos más encarnizados de esta guerra, apenas estén comenzando y se extiendan por años. La propaganda ucraniana dice que resultado de estas operaciones, sus adversarios movilizaron un batallón de paracaidistas a Belgorod. La propaganda rusa dice que no movieron un solo alfil.

¿Para cuándo la contraofensiva?

Las autoridades ucranianas guardan silencio sobre los contornos de la contraofensiva, pero expertos militares rusos piensan que esas tropas multiplican los ataques en las líneas rusas para descubrir sus fallas antes de lanzarla. Fue lo que sucedió en septiembre de 2022, cuando el ejército de Kiev preparó en secreto un asalto con el que reconquistaron casi toda la región de Járkov en noreste. El gobierno ucraniano prepara desde hace meses una gran contraofensiva, pero Kiev lleva a cabo una lógica política de silencio. El Ministro de Defensa de Ucrania, Oleksi Reznikov, declaró que «los planes aman el silencio. No habrá anuncio del comienzo» de la contraofensiva. Y acompañó sus declaraciones con un video de soldados haciendo el signo de silencio con un dedo sobre sus labios.  

A pesar de algunas informaciones no oficiales en la prensa internacional, no está claro que haya comenzado la anunciada contraofensiva ucraniana con los ataques en el Donestk. Y es difícil que esta sea inminente: los tanques y la infantería necesitarían tener muy buen apoyo aéreo, algo de lo que Ucrania por ahora, no dispone. De hecho, de ser reales los videos mostrados por Rusia con tanques ucranianos destruidos, se estaría comprobando en el terreno que sin apoyo aéreo, no pueden avanzar sobre los rusos para recuperar terreno. Sería lanzar a los batallones de tanques a una batalla pírrica, casi suicida. Nada indica que Ucrania pueda contar en el corto plazo con una fuerza aérea de peso.

Los ataques de estos días –en un contexto donde la propaganda ucraniana hace gestos explícitos de silencio– seguramente son testeos que, si salen bien, se dirá que comenzó la contraofensiva. Y de lo contrario, el discurso será que todavía no llega. Mientras tanto, el presidente ucraniano seguirá presionando fuerte y públicamente a Occidente, para que lo provean de más tanques y aviones.

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