La reciente filtración de documentos “secretos” del Pentágono reveló lo que EE.UU. piensa sobre la relación de fuerzas entre China y Taiwán: la isla sería «muy vulnerable» a un ataque aéreo y es poco probable que pueda «detectar con precisión los lanzamientos de misiles». Según esa hipótesis, la fuerza aérea china tendría más posibilidad de establecer un control temprano del espacio aéreo. Y la subrepticia táctica china de usar barcos civiles con fines militares, viene erosionando la capacidad de las agencias de espionaje de EE.UU. para detectar una invasión.
Al margen de la filtración, hay análisis hechos con información pública. Entre China y Taiwán hay 128 kilómetros de mar. La logística de una invasión implicaría centenares de aviones y grandes barcos de baja velocidad, muy vulnerables a los misiles y ataques submarinos taiwaneses. Para desembarcar tropas y armas en cantidad, necesitarían hacerlo en puertos tomados de antemano sin haberlos destruido en combate, algo improbable: están bien protegidos. Los chinos tendrían que usar también los aeropuertos taiwaneses para aterrizar personal, suministros y vehículos acorazados.
Las fuerzas armadas de Taiwán están muy entrenadas para ese escenario y provistas con armas aéreas de precisión y minas submarinas. Disponen de 163.000 miembros activos y 1,6 millones en reserva. El Ejército Popular de Liberación chino tiene 2,03 millones de soldados. Pero su victoria sería muy trabajosa. En la dimensión digital, la división taiwanesa alcanza 2.400 cibercombatientes. Pero la china es de 100.000 soldados del teclado que operarían sobre redes eléctricas e internet para “cegar” e incomunicar a la isla, paralizándola. Taiwán tiene armas computacionales para bloquear esos ataques invisibles y China seguramente atacaría con misiles los satélites norteamericanos.
China tiene 40 bases aéreas dentro del rango de ataque a Taiwán. La Fuerza Aérea taiwanesa dispone de 411 jets F-16 y Mirage 2000 ocultos en anchos túneles de las montañas, desde donde despegan sin aeropuerto.
El comando militar Heng Shan de Taiwán fue excavado en la montaña, comunicado con el comando de EE.UU. en Hawái vía satélite. Los escuadrones aéreos de EE.UU. en Okinawa llegarían en una hora, restándole a los chinos margen para dejar a Taiwán fuera de combate en poco tiempo. Y más al norte, en Yokosuka, está basada la 7ma. Flota Naval norteamericana con 70 barcos y submarinos, más 150 aviones.
China requiere más de 400.000 soldados para dominar a Taiwán y varios días para trasladarlos. Sería imposible ocultar eso a los radares, eliminando el factor sorpresa.
William Burns –director de la CIA— dijo en febrero que Xi Jinping ordenó a sus militares tener la capacidad de tomar Taiwán en 2027 para el centenario del Ejército Popular del Pueblo. Esto no significa que lo vayan a intentar en esa fecha u otra. Según opina Burns, Xi y sus militares dudan si una invasión sería exitosa, cautela potenciada por la resistencia ucraniana contra Rusia. A diferencia del escenario en Ucrania, Taiwán no podría resistir mucho tiempo sin la intervención directa de EE.UU.