Desde Roma
El portavoz del Kremlin – sede del gobierno ruso-, Dimitry Peskov, informó que el enviado del Papa Francisco a Moscú y presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, el cardenal Matteo Maria Zuppi, mantuvo una reunión con el consejero para la política exterior del gobierno ruso, Yuri Ushakov, según la agencia de noticias rusa Interfax. Del encuentro no se difundió ninguna información hasta este momento, lo que algunos justifican por el hecho de que al tratarse de una mediación no siempre es conveniente que salgan a relucir todos los puntos tratados.
El cardenal Zuppi fue enviado a Moscú por el Papa Francisco que a principios de junio lo había enviado a la capital de Ucrania. “El objetivo de este viaje es estimular gestos de humanidad que puedan contribuir a favorecer una solución para la trágica situación actual y encontrar un camino para llegar a una paz justa” entre Rusia y Ucrania, explicó la Santa Sede sobre la misión de Zuppi.
Desde el principio de la guerra entre Ucrania y Rusia, comenzada en febrero de 2022, el Papa Francisco intentó mediar entre los dos países para encontrar un camino de paz. También otros países lo intentaron. En realidad hubo negociaciones entre Rusia y Ucrania desde el principio de la guerra. Pero después se paró todo, sobre todo porque Ucrania no creía más en las propuestas de Putin.
Francisco, muy discretamente, continuó con los intentos, aseguran fuentes de la Iglesia. Intentos que habían comenzado pocos días después de que se desatara la guerra, cuando personalmente se dirigió a la embajada rusa ante el Vaticano para conversar con el embajador.
Según declaró Peskov a la agencia Interfax, el consejero presidencial Ushakov fue encargado por el presidente Putin de hacer esta reunión con el enviado del Papa. “En el encuentro se deberá hablar sobre el conflicto en Ucrania y las posibles vías para una solución política y diplomática”, dijo, añadiendo que el gobierno ruso “ha repetidamente afirmado que aprecia los esfuerzos e iniciativas del Vaticano en la búsqueda de una solución pacífica de la crisis ucraniana” y “acogemos los esfuerzos del Papa por contribuir al cese del conflicto armado”.
Un punto en particular que según fuentes italianas estaría en el encuentro con Ushakov es el caso de los niños ucranianos que fueron deportados a Rusia durante la guerra y que Ucrania quiere hacer volver al país.
Pero el programa de Zuppi, que llegó el martes a Moscú y debería quedarse hasta este jueves, sigue estando bajo total secreto. Algunos dicen que se debe a que la agenda puede cambiar de un momento al otro. De hecho fuentes de la cancillería rusa confirmaron que el ministro del Exterior, Sergey Lavrov, no tenía previsto ningún encuentro con el cardenal Zuppi, según la agencia rusa Ria Novosti.
El encuentro con Kirill
No se descarta en cambio que Zuppi pueda encontrar al Patriarca ortodoxo ruso Kirill -en principio este jueves- , quien teniendo muy buenas relaciones con Putin, evitó contactos con el Vaticano desde que se desencadenó la guerra. Todo esto pese a que el Papa argentino y al Patriarca se conocían desde 2016, cuando se encontraron en Cuba. Francisco había pensado encontrarlo nuevamente el año pasado en Jerusalén, pero la reunión fue cancelada.
Cuando Francisco volvió a la Santa Sede luego de la operación que sufrió al estómago hace un mes, se encontró en la Residencia Santa Marta del Vaticano donde vive, con Antonij di Volokolamsk, presidente del Departamento de Asuntos Externos del Patriarcado de Moscú. Y ese encuentro en el Vaticano, al parecer ayudó a planificar la visita de Zuppi a la capital rusa.
La misión en Ucrania
A principios de junio, Francisco envió al cardenal Zuppi a Kiev para retomar la mediación y Zuppi encontró al presidente Zelensky. Estuvo en Kiev el 5 y 6 de junio.
Sólo pocos días antes de partir a Moscú se informó a la prensa que Zuppi viajaría también a la capital rusa y que estaría acompañado por un miembro de la Secretaria de Estado del Vaticano. Pero no se dio a conocer su nombre.
Pese a que Zuppi fue recibido por el presidente ucraniano se sabe que Zelenski no es ahora muy propenso a iniciar negociaciones con Putin al que considera un “asesino” y poco confiable. Hablando con periodistas hace una semana, Zuppi dijo que todavía no había discutido con el papa Francisco sobre la posibilidad de volver a Ucrania.
Cuando Kiev supo del viaje del cardenal a Moscú, el jefe de la oficina del presidente ucraniano, Andryi Yermak, dijo: “Nuestra posición es clara: no tenemos necesidad de ninguna mediación y esto porque hemos tenido malas experiencias. No confiamos en Putin”. Pero agregó sin embargo que si el cardenal obtuviera algunos resultados sobre los niños deportados a Rusia y la posibilidad de intercambio de prisioneros, “esos resultados serían bienvenidos”. Y esto fue interpretados por algunos analistas como una puerta que abriría la posibilidad de negociación entre las dos partes.
Aparte de eso, Francisco no ha dejado de enviar ayudas al pueblo ucraniano. Han sido ya seis las misiones de solidaridad enviadas a Ucrania, con camiones llenos de medicinas y alimentos para ayudar a la población. Esas misiones fueron guiadas por el limosnero del Papa, el cardenal Konrad Krajewski, quien en su último viaje estuvo en Kherson, donde fue recientemente semidestruída la central hidroeléctrica de Kakhovka.