El gerente de un supermercado Walmart mató a tiros a seis personas en un local del estado de Virginia lleno de compradores por el Día de Acción de Gracias, antes de dispararse a sí mismo, en el segundo tiroteo masivo en el país en pocos días. Otras cuatro personas permanecían hospitalizadas luego del ataque del martes por la noche en el Walmart de la ciudad de Chesapeake, Virginia, dijo el jefe de policía Mark Solesky. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, consideró que se deben adoptar más medidas para el control de las armas de fuego.
La matanza, ocurrida dos días antes del Día de Acción de Gracias, la fiesta familiar estadounidense por excelencia que este año se celebra el 24 de noviembre, le siguió a un ataque con armas de fuego el fin de semana en un club LGBTQ en Colorado que dejó cinco muertos. También fue el segundo tiroteo masivo en el estado de Virginia este mes: tres estudiantes de la Universidad de Virginia que jugaban en su equipo de fútbol fueron asesinados el 13 de noviembre por un compañero de clase después de una excursión.
«No dijo una palabra y empezó a disparar»
Las primeras llamadas a los servicios de emergencia de Chesapeake llegaron poco después de las 22 horas del martes mientras el supermercado aún estaba abierto. La policía llegó al lugar en dos minutos y allí se encontró a varias personas heridas o escondidas.
La empleada Briana Tyler dijo a la cadena de noticias ABC que los trabajadores se habían reunido en un lugar de descanso como parte de su rutina diaria antes de un cambio de turno. «Levanté la vista, mi gerente abrió la puerta y solo abrió fuego», dijo Tyler, quien agregó que varias personas cayeron al piso.
«No dijo una palabra, no dijo nada, solo apareció y empezó a disparar», dijo esta testigo, que aseguró que el tirador no apuntaba a nadie en especial sino que disparaba al primero que tenía a la vista. «Era el supervisor sobre el que todo el mundo tenía, ya sabe, algo que decir», dijo Tyler sobre el tirador, aunque en cualquier caso señaló que nada apuntaba a que pudiera terminar cometiendo un crimen de esa escala.
Walmart, el mayor supermercado minorista de Estados Unidos, emitió un comunicado a primera hora del miércoles diciendo que estaba «conmocionado por este trágico suceso». Por su parte el gobernador de Virginia, el republicano Glenn Youngkin, tuiteó que «los actos atroces de violencia no tienen cabida en nuestras comunidades» y ordenó que las banderas de Estados Unidos y de Virginia ondeen a media asta en memoria de las víctimas y sus familias.
El sábado un hombre armado abrió fuego dentro de un club nocturno LGBTQ en Colorado Springs, matando a cinco personas e hiriendo al menos a 18. El autor, identificado como un hombre de 22 años llamado Anderson Lee Aldrich, logró ser reducido por dos clientes. Podría ser procesado por asesinato y un posible crimen de odio.
Por ese tipo de delito se entiende en Estados Unidos un acto dirigido contra una persona por motivos de su identidad, como la raza, la religión, la nacionalidad, la orientación sexual o la discapacidad. Considerado como un delito federal con circunstancias agravantes, conlleva condenas más duras.
Biden pide más control de armas
La violencia con armas de fuego se produce a un ritmo alarmante en Estados Unidos, donde han tenido lugar más de 600 tiroteos en lo que va de 2022, de acuerdo a la organización Gun Violence Archive. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, recordó que este año firmó «la reforma de armas más significativa en una generación, pero claramente no es suficiente».
«Debemos adoptar más acciones», remarcó el mandatario, quien recordó que este jueves se celebra Acción de Gracias, la mayor festividad del año en Estados Unidos, pero que, debido a otro acto de violencia «horrible y sin sentido», habrá sillas libres en más mesas del país.
En junio pasado, el Congreso aprobó aumentar el control sobre las armas de fuego gracias a un pacto entre demócratas y republicanos, después de que en mayo 19 niños y dos profesoras fallecieran en un tiroteo en una escuela de primaria en Uvalde, en Texas, y otras diez murieran en un ataque con motivaciones racistas en la ciudad de Buffalo, Nueva York.
La nueva ley, firmada por Biden, incluye una revisión del proceso de compra de armas para los menores de 21 años y extiende a todo el país las llamadas normas de «alerta de peligro» («Red Flag»), que permiten activar un procedimiento legal para confiscar las armas de fuego de quienes representen un peligro para terceros o para sí mismos. Pese a ese hito legislativo la Corte Suprema de Estados Unidos, de mayoría conservadora, amplió en junio el derecho a portar armas al avalar que se puedan llevar en público.