El secretario de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard Casaubón, confirmó que el presidente Andrés Manuel López Obrador acordó con su homólogo cubano, Miguel Díaz-Canel, convocar a una cumbre de países progresistas latinoamericanos.
Durante una entrevista al terminar el encuentro bilateral México-Cuba del fin de semana pasado en la ciudad mexicana de Campeche, el canciller señaló que será un foro regional con países como Argentina, Brasil, Colombia, Cuba, Venezuela, Bolivia, Chile y Honduras con el fin de alcanzar acuerdos en materia alimentaria, inflacionaria, regulaciones sanitarias, compra de medicamentos y otros temas.
En declaraciones a la prensa, el canciller mexicano dijo que “el presidente López Obrador sugirió que se estableciera comunicación y se trabaja en torno a algún escenario para poderse reunir los presidentes de los estados progresistas de América Latina, para tratar temas de seguridad alimentaria, de bienestar y otros importantes para la comunidad de nuestros países. Esto lo tenemos que conversar con otros cancilleres y avanzar en los próximos meses, las próximas semanas. Es un panorama en general de lo que concluimos”.
El canciller señaló que desde hace muchos años no se daba una confluencia ideológica de países como la de México, Argentina y Brasil, que son las economías más grandes de América Latina: “a eso agrégale los países que ya mencioné, entonces por qué no hacemos una agenda común de cosas específicas, no queremos una declaración política, bueno si se quiere está bien, pero de cosas específicas”.
Además, señaló que México llevará a todos los foros la demanda de levantar el bloqueo comercial a Cuba y su eliminación de la lista de países que estimularían el terrorismo, tanto al G-20 como a la Comunidad de Estados Americanos y Caribeños (Celac) y la Unión Europea.
Consultado sobre el lugar de la futura reunión de presidentes de izquierda, el canciller Ebrard respondió que «todavía sería muy prematuro decirlo.
La condecoración a Miguel Díaz-Canel
El majestuoso Altar de la Gran Acrópolis, una de las mayores expresiones de la civilización maya, fue el sitio elegido para condecorar al presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, el sabado pasado. Allí, Andrés Manuel López Obrador planteó que el modelo de relaciones impuesto en la región se ha agotado y es anacrónico: “es tiempo de expresar y explorar otra opción, la de dialogar con los gobernantes de todos los países, en especial con los gobernantes estadunidenses, convencerlos de que una nueva relación es posible”.
Más tarde, durante la reunión bilateral pública en materia de salud, López Obrador propuso a Díaz-Canel que México encabezara un movimiento más activo para unir a todas las naciones y defender la independencia y soberanía cubanas. “Nada de darle trato de país terrorista o ponerlos en la lista negra de supuestos terroristas. Es un pueblo y un gobierno profundamente humano”.
Durante la ceremonia de la condecoración, Díaz-Canel no ocultaba la satisfacción de recibir la Orden del Águila Azteca en grado de Collar, el nivel máximo, consolidando los vínculos bilaterales. En su discurso, tras ser galardonado, el presidente cubano manifestó su profundo reconocimiento al pueblo de México y su admiración e interés por la “amplia propuesta transformadora que defienden”.
Signo de los nexos actuales entre México y Cuba, un prolongado abrazo entre ambos presidentes selló la nueva era en las relaciones bilaterales, en consonancia con lo sucedido en mayo pasado: en La Habana, Lopez Obrador recibió la condecoración José Martí en el Palacio de la Revolución.
El canciller Ebrard apuntó que resultado del encuentro, se ampliará la presencia de médicos cubanos en México, principalmente de especialistas. También mencionó que ambos presidentes hablaron de la instrumentación del programa social mexicano Sembrando Vida en la isla: 5.000 cubanos con un promedio de 10 hectáreas cultivables, recibirán durante ocho meses un subsidio de 150 dólares mensuales para impsultar la producción agrícola.