El personal de enfermería y de ambulancias de Inglaterra inició este lunes una nueva huelga de 48 horas en varias partes del país en reclamo de aumentos salariales y mejoras en las condiciones laborales. Esta nueva medida, la mayor ronda de huelgas del sistema público de salud (NHS) de la historia, se suma a otras medidas de fuerza que se vienen realizando en reclamo de un aumento salarial por encima de la inflación y cuenta con el apoyo del Royal College of Nursing (RCN) y los sindicatos GMB y Unite.
«Los aplausos no pagan las facturas»
«Un personal más seguro salva vidas» y «Los aplausos no pagan las facturas» decían las pancartas de los manifestantes a las puertas del hospital St Thomas, en el centro de Londres, en referencia a los aplausos que el personal sanitario recibía semanalmente durante la pandemia. Años de aumentos por debajo de la inflación hicieron caer un 20 por ciento el poder adquisitivo de las enfermeras desde 2010, de acuerdo al RCN.
Algunas trabajadoras de la salud ya no logran pagar sus facturas de luz, gas o alquiler y uno de cada cuatro hospitales tuvo que abrir bancos de alimentos para su personal. Esta baja remuneración contribuye a que haya 47 mil puestos de enfermería vacantes, agravando la presión y el estrés sobre el personal restante.
«Las huelgas durante los próximos dos días serán de la mayor intensidad en nuestra historia: se llevarán a cabo en 73 instituciones del NHS en Inglaterra, en comparación con 44 en diciembre y 55 en enero. Los miembros de otros sindicatos de la salud también están en huelga, lo que hace que hoy sea el día de huelga más grande en el NHS», informó el sindicato de enfermeras.
Saturados en invierno por enfermedades estacionarias como la gripe y aún desbordados por las largas listas de espera acumuladas durante la pandemia, los hospitales británicos están aquejados desde hace años por una financiación insuficiente. «Estamos disponibles las 24 horas siete días por semana, nos partimos la espalda haciendo el trabajo de tres personas«, afirma Victoria Busk, joven enfermera en el Hospital Queen Elizabeth de Birmingham, en el centro de Inglaterra.
El paro del lunes llevó a la cancelación de unas 80 mil citas médicas y once mil intervenciones, «así que hay un impacto en los pacientes», subrayó el ministro de Sanidad, Steve Barclay, llamando a poner fin a las huelgas durante una visita a un hospital del sudoeste de Londres. Pese al caos provocado por las protestas reiteradas, un 59 por ciento de los británicos apoya la huelga de enfermeras, según un sondeo de Public First.
Los principales reclamos
En Inglaterra, el sindicato de enfermeras exige un aumento del 12 por ciento para todos los trabajadores del NHS, mientras que los dos sindicatos de ambulancias están pidiendo un aumento del 2,75 por ciento. El gremio informó que si bien han tenido conversaciones con el gobierno, el primer ministro Rishi Sunak todavía se niega a iniciar negociaciones salariales formales, que pondrían un freno a las huelgas.
En una carta dirigida al primer ministro este fin de semana, la secretaria General y directora Ejecutiva del Royal College of Nursing, Pat Cullen, pidió expresamente que «por favor aborde este punto muerto actual» dejando en claro que «abrir negociaciones y hacer ofertas significativas puede evitar una huelga».
«Su gobierno parece cada vez más aislado al negarse a reabrir las discusiones sobre el premio salarial del NHS para 2022-23. Como resultado la medida de fuerza en Inglaterra permanece, con decenas de miles de enfermeras perdiendo salarios para asegurarse de escuchar su voz. No debe ser en vano», explicó la dirigente sindical.
Cullen también dijo que se trata del mayor paro en los 75 años de historia del NHS. «El personal de enfermería se da cuenta de lo mucho que han sido presionados para proteger la atención al paciente y asegurar cierto respeto por la profesión de enfermería», agregó e instó a restablecer su gobierno ante los ojos del público y demostrar que está del lado de los trabajadores.
Otras reacciones al mismo problema
El viernes pasado el gobierno de Gales hizo una oferta al personal del NHS de un aumento salarial adicional del tres por ciento para el año fiscal en curso, por lo que se canceló la huelga planificada para esta semana. En Escocia continúan las negociaciones sobre la financiación adicional para el año en curso y no hay huelgas previstas. Mientras tanto, el gobierno está presionando en el Parlamento por nuevas leyes que exigirán niveles mínimos de servicio en los días de huelga.
En los últimos meses, el Reino Unido está experimentando un aumento en el número de huelgas y protestas relacionadas con el salario debido a la inflación, que está reduciendo el poder adquisitivo de los trabajadores. Las huelgas afectaron a varios sectores, incluyendo la educación, los transportes y otros servicios públicos.
La inflación en el Reino Unido aumentó significativamente en los últimos meses, superando el 10,5 por ciento, en gran parte debido a la suba de los precios de los alimentos y el combustible. «El gobernador del Banco de Inglaterra advirtió que si intentamos combatir la inflación con subas salariales elevadas, la situación no hará más que empeorar y la gente no estará mejor», aseguró este lunes el ministro Steve Barclay.