Rusia prohibió este lunes el uso de drones, motos acuáticas y servicios de autos compartidos en sus principales ciudades en vísperas de las conmemoraciones de la victoria soviética sobre la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial, y en medio del conflicto en Ucrania. El reforzamiento de la seguridad llegó luego de que Rusia denunciara la semana pasada un número «sin precedentes» de acciones de sabotaje y dijera haber frustrado un ataque ucraniano con drones contra el Kremlin para matar al presidente Vladimir Putin. El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, prometió que las fuerzas rusas serán derrotadas al igual que el nazismo en 1945.
Un Día de la Victoria inusual en Rusia
Por primera vez en años, al menos 21 ciudades rusas cancelaron los desfiles militares del nueve de mayo, el elemento más importante de las celebraciones del Día de la Victoria en Rusia. Funcionarios regionales dijeron a la prensa que las decisiones se tomaron por seguridad ante la situación actual, pero no quedó claro si se habían adoptado en coordinación con el gobierno central ruso.
Las autoridades rusas dijeron que los dos drones que quisieron atacar el Kremlin la semana pasada fueron enviados por Ucrania por órdenes de Estados Unidos y derribados sobre la sede del gobierno en Moscú. Putin no se encontraba en el lugar, según su vocero. Además varios depósitos de petróleo sufrieron ataques de drones en las últimas semanas en ciudades cercanas a la frontera entre Rusia y Ucrania, que fueron atribuidos al Ejército ucraniano.
Este martes sí habrá desfiles militares en las dos ciudades más grandes de Rusia, Moscú y San Petesburgo, aunque en las dos estará prohibido el uso de drones, dijeron las autoridades. El presidente Putin presidirá el desfile de Moscú.
En San Petesburgo, a menudo conocida como la «Venecia del norte» por su red de ríos y canales, el uso de motos de agua en ciertas partes de la ciudad está prohibido hasta el diez de mayo, informó la agencia de noticias DPA. En Moscú, los servicios de uso compartido de automóviles fueron prohibidos temporalmente desde el centro de la ciudad, es decir, no se podrán empezar ni terminar los viajes allí, en medio de los preparativos para el tradicional desfile en la Plaza Roja.
Entre las propuestas para redoblar la defensa de infraestructuras importantes como el Kremlin, destacó por lo curiosa la del vicepresidente del Comité de Defensa de la Duma o Cámara de Diputados de Rusia, Alexei Zhuravliov, quien sugirió crear «escuadrillas de águilas interceptoras» para combatir a los drones.
Presencia de aliados rusos
Inicialmente se esperaba que solo un líder extranjero asistiera al desfile de Moscú de este año: el presidente de Kirguistán, Sadyr Japarov, quien llegó este lunes y se reunió con Putin. Pero Rusia anunció que el presidente de Tayikistán, Emomali Rakhmon, el primer ministro de Armenia, Nikol Pashinian, y el líder de Kazajistán, Kasim-Yomart Tokayev, también asistirán a la celebración. La invitación de los dos últimos sorprendió a muchos, ya que sus gobiernos se habían alejado de Moscú.
Kazajistán y Armenia, aunque aliados de Rusia, no apoyan públicamente la guerra en Ucrania. Tokayev ha hablado varias veces por teléfono con el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, durante la invasión rusa. Tokayev también dijo a Putin el año pasado que Kazajistán no reconocerá la independencia ni la incorporación a Rusia de las provincias ucranianas de Donetsk y Lugansk, que están bajo control parcial de separatistas ucranianos y del Ejército ruso.
«Rusia será derrotada como el nazismo»
El nueve de mayo también suele ser feriado en Ucrania, pero no este año debido a la guerra. En Kiev, Zelenski consignó el envío de un proyecto de ley al Parlamento que propone un Día del Recuerdo y la Victoria sobre el nazismo en la Segunda Guerra Mundial el ocho de mayo y un Día de Europa el nueve de mayo.
El presidente ucraniano trazó un paralelismo entre los objetivos de Rusia en Ucrania y el nazismo, y presagió que Rusia será derrotada «del mismo modo» que el nazismo. «Desafortunadamente el mal ha regresado. Aunque ahora es otro agresor, el objetivo es el mismo: la esclavitud o la destrucción«, dijo Zelenski en Telegram, y agregó: «Todo el viejo mal que la Rusia moderna trae consigo será vencido del mismo modo que fue derrotado el nazismo».
La presidenta de la Comisión de la Unión Europea, Ursula von der Leyen, viajará a Kiev mañana para conmemorar el Día de Europa junto con Zelenski. Pese al alentador discurso del mandatario ucraniano, grabado frente a un memorial de la Segunda Guerra Mundial en Kiev, la capital ucraniana amaneció el lunes con nuevos bombardeos rusos.
Siguen los ataques
Las defensas aéreas de Ucrania derribaron en la madrugada del lunes 35 drones de fabricación iraní sobre Kiev en el último asalto nocturno de Rusia, que incluyó decenas de ataques en otras ciudades que dejaron cuatro civiles muertos. Cinco residentes de Kiev resultaron heridas por la caída de restos de aviones no tripulados rusos, dijo Serhii Popko, jefe de la Administración Militar de Kiev.
Los restos de un dron golpearon una casa de dos pisos en el barrio de Svyatoshynskyi, en el oeste de Kiev, mientras que restos de otro cayeron sobre un auto estacionado y lo incendiaron, dijo el alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, en Telegram. Según el Estado Mayor General del Ejército ucraniano, las fuerzas terrestres rusas concentran sus principales esfuerzos en los frentes de la región de Donetsk, en particular junto a Limán, Avdiika, Bajmut y Mariinka.
En Bajmut, donde el grupo paramilitar ruso Wagner amenazó con retirarse por falta de munición, Ucrania afirmó que las fuerzas rusas desplegaron bombas de fósforo. La ciudad sufre desde hace meses la más prolongada y feroz batalla de la guerra. El jefe del grupo paramilitar, Yevgueni Prigozhin, retiró el domingo su amenaza de replegarse de la zona.
Ante el temor a una contraofensiva ucraniana, las autoridades de ocupación rusas anunciaron el viernes evacuaciones parciales en 18 localidades de la región ucraniana de Zaporiyia, en particular en la ciudad de Energodar, donde vive la mayoría de los empleados de la mayor central nuclear de Europa. «La situación general en la zona cerca de la planta nuclear de Zaporiyia se está volviendo cada vez más impredecible y potencialmente peligrosa», alertó el argentino Rafael Grossi, jefe del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA).