Más de 4.000 policías y militares ecuatorianos protagonizaron este sábado una intervención en una cárcel del suroeste del país, para organizar el traslado del líder del cártel de «Los Choneros», quien tenía amenazado al candidato presidencial Fernando Villavicencio, asesinado finalmente esta semana.
Los uniformados entraron en la madrugada fuertemente armados y en vehículos militares blindados al Centro de Privación de Libertad Zonal Número 8 de Guayaquil, donde permanece el jefe de la agrupación criminal José Adolfo Macías. El traslado ya había sido aprobado previamente por las autoridades, pero el asesinato del candidato terminó por acelerar el procedimiento y se concretará durante el domingo.
Este despliegue sucedió en medio del estado de excepción declarado tras el asesinato de Villavicencio, después de la ola de incidentes ocurridos a finales del mes pasado en la también aledaña Penitenciaría del Litoral que derivó en la peor masacre carcelaria de la historia del país: 31 muertos y 14 desaparecidos.
El presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso, impulsó el traslado del líder narco a la cárcel de La Roca «por la seguridad de los ciudadanos y de los detenidos». «El Ecuador va a recuperar la paz y la seguridad. De generarse reacciones violentas, actuaremos con toda la fuerza del Estado», aseguró el mandatario.
La amenaza
Más conocido con el alias de «Fito», Macías fue condenado a 34 años de cárcel por delincuencia organizada, narcotráfico y asesinato. Su apodo se volvió mediático en Ecuador desde el miércoles, tras el asesinato a tiros de Fernando Villavicencio en Quito, quien iba segundo en la intención de voto según las encuestas.
El político de 59 años había denunciado una semana antes que el líder pandillero lo había amenazado de muerte. Una de las advertencias, contó, le llegó a través de un aliado político en la provincia costera de Manabí, donde está la localidad de Chone en la que nació la banda. Un «emisario de alias ‘Fito'» lo contactó, explicó Villavicencio. Fue «para decirle que si yo sigo mencionando a ‘Los Choneros’, me van a quebrar (asesinar)», señaló al programa Vis a Vis.
Las autoridades no esclarecieron quién pagó a los sicarios que le dispararon al candidato. Hasta el momento, hay seis todos colombianos detenidos como supuestos autores materiales del asesinato. Están en prisión preventiva por orden de un juez, mientras que un séptimo hombre, también de nacionalidad colombiana, falleció el mismo día del atentado en un intercambio de disparos.